20 jun 2011

reflexion final

Es hora de hacer balance del curso, de comparar entre nuestro entendimiento actual sobre lo que vemos y lo que no y el inicio de curso.

Creo que para empezar es aconsejable determinar que el "nuestro" antes mencionado se refiere al grupo de clase en general, ya que entiendo que lo que he aprendido a sido gracias a la observación y comprensión de nuestro alrededor, pero sobre todo a través de los ojos de los demás compañeros al hacernos mirar de otra forma o a partir de su concepción avanzar los demás volviendo a plantearse cuestiones ya resueltas por éste.

Éstas son las dos ideas base de la que partiré.

No fue tan duro como en proyectos I el concentrarnos en ver más allá de lo simple que nos rodea ya que estábamos algo acostumbrados. Pero no nos habíamos enfrentado al intentar entender conceptos tan complejos como es el entender una ciudad. De esto me sorprendió el hecho de que todo está más interconectados e lo que creía; la posición, relaciones, luz o sentimientos por ejemplo dependen unos de otros, conformando el espacio que consideramos hogar. No costó tanto aprendernos esta teoría como ponerla en práctica y encontrarla en lo común, cosa que sé que aún no hemos afinado y lo que hemos conseguido es algo aún en bruto. Pero aún así, el paso más difícil está dado, sólo nos resta trabajar más en ello a lo largo de nuestra vida para perfeccionar la captación de estos hechos invisibles.

Esto se puede aplicar también al estudio de las casas y su contexto delimitado y privado.

Ahora ya después de acabar el curso me doy cuenta que los ejercicios propuestos en clase están relacionados y todos siguen un mismo fin, tanto en proyectos I como en proyectos II; ya no es trabajo sobre inventario doméstico o cartografías de la casad de la moneda, son observaciones a diferente escala de nuestro contexto.

En cuanto a nuestra oportunidad de expresarnos con la interacción en el espacio urbano, me ha parecido una gran experiencia en cuanto a que hemos aprendido mucho de los demás integrantes del grupo de sus ideas y cualidades. En mi grupo en particular nos hemos compenetrado bastante bien, madurando con los problemas que han surgido. Este sentido me parece muy importante ya que la arquitectura real de futuro pasa por la cooperación entre nosotros.

En el sentido de aprender de la ciudad, de sus habitantes al encontrarse con nuestras obras, de el entendimiento de los alumnos italianos nos ha supuesto una sorpresa; teníamos miedo de que no nos entendieran y lo rechazaran, pero sintieron curiosidad, nos preguntaron y esto nos dio oportunidad a aprender a tratar con la gente en el tema referente a nuestras concepciones y las suyas sobre la obra.

Al ser una propuesta importante para nosotros y al disponer del tiempo suficiente para madurarla, creo que han alcanzado su propósito teórico y práctico.

Claro que se puede mejorar, replantear, empezar desde cero a partir de las críticas, pero una condición de la arquitectura es conseguir el máximo potencial en un tiempo determinado, y, esto sí que lo hemos conseguido.

Recogiendo de nuevo la idea inicial sobre la comparación de mi entendimiento antes y ahora, puedo decir que no ha sido un curso en balde. Que ya entiendo cosas que antes siquiera conocía de su existencia, que sé detectarlas en mi contexto y responder a los sentimientos o carencias que presentan.

Sobre todo he aprendido a ser consecuente con mi trabajo.

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