El día Jueves 17 asistimos a un taller de creatividad colectiva. La única instrucción que se nos dio antes de llegar fue que llevásemos una caja de cartón y distintas herramientas como cutex, tijeras, pegamento, clips, alfileres… y que compartiríamos este taller con alumnos de fin de carrera y máster.
Así, sin saber absolutamente nada de en qué consistiría el taller, llegamos a clase. Nos dividieron en distintos grupos a cada cual iba asignada una actividad diferente. En mi caso, la actividad consistía en la transformación total de 4 cajas entre las 4 personas que formábamos el grupo. Esta transformación debía ser pensada y ejecutada entre los 4. Esto me pareció interesante, ya que conllevaba que cuatro cabezas pensasen juntas, se intercambiasen ideas y se debatiesen. Además hubo mucho tiempo para pensar y elegir las ideas que se llevarían a cabo. Así, elegimos las cuatro ideas que nos parecían mejores siguiendo unos criterios. Y por último llegó la ejecución, para la cual había asignado demasiado poco tiempo. Me resultó una actividad divertida y entretenida: coger un caja, pensar un plan y llevarlo a cabo; distribuir el trabajo entre el grupo, organizarse, trabajar en grupo en definitiva.
Resumiendo, en mi opinión el taller fue una actividad entretenida con la que, según creo, todos disfrutamos bastante, y además muy interesante, ya que al final pudo observarse los resultados de las múltiples cajas originarias, todos completamente diferentes.
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