8 mar 2011

Reflexiones paralelas III Brijuni-mayte


Brijuni nos muestra una nueva arquitectura, arquitectura que pretende recuperar la comunicación perdida años atrás entre arquitecto y cliente e innovar en todo lo posible sin miedo a lo nuevo.
Hay que mostrarles a los clientes que somos un servicio público y que estamos a su disposición y pueden confiar en nosotros, pero en todo lo que el arquitecto haga, debe respetarse a sí mismo y a sus ideas ante todo.
Para ello, ¿por qué no intentamos que el cliente cambie y se deje llevar por el arquitecto? Al fin y al cabo el cliente no tiene la misma sensibilización que un arquitecto y este podría situarlo en el mismo plano para el mutuo entendimiento. ¿O debería cambiar el arquitecto y no el cliente? En este caso, el arquitecto debería adaptarse a lo que la sociedad le pide y ceñirse a lo que el cliente le exige.
Ambos casos son correctos y puede conseguirse una simultaneidad. El arquitecto debe renovarse continuamente y no anclarse en un estilo determinado acogiendo todo tipo de nuevas ideas, así como el cliente debe dejarse llevar por el experto y confiar en su trabajo; el mejor resultado del proyecto será fruto del trabajo en equipo de estos.

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