Brijuni
La semana pasada los arquitectos Francisco Javier Casas y Beatriz Villanueva vinieron a dar una de las clases más interesantes que hemos tenido hasta el momento. El relato de su experiencia fuera de España, en Rotterdam concretamente, fue muy interesante ya que de ahí han sacado unas influencias que reflejan en su arquite
ctura. Una arquitectura contemporánea, atrevida y arriesgada, como su estudio o las casas del centro de Jaén.
Aunque estuve de a cuerdo con muchas de las cosas que se dijeron, pero a la pregunta que hicieron de si debíamos cambiar los arquitectos o la sociedad, sigo pensando que los que debemos adaptarnos a la sociedad sin más remedio somos nosotros. En España se ponen persianas, la casas se suelen pintar de tonos pastel y numerosas características, que al fin y al cabo es lo que la sociedad demanda, y es lo que la sociedad te va a pedir y por desgracia lo que nos va a dar de comer en un futuro. Todo esto nos deja en una posición un tanto estancada, la idea de vecindad en Holanda no es la misma que aquí. En España valoramos la intimidad por encima de todo, me acuerdo de cuando mi abuela me decía "no enciendas la lámpara grande que se nos ve desde la calle", en Holanda mientras paseas por la calle si miras a un lado te encuentras con una familia viendo la tele en su salón tranquilamente aunque su ventana sea un escaparate. Estas ideas de la sociedad no podemos cambiarlas, al igual que pensé que en cuanto alguien comprase esas casas de Jaén habría problemas con el patio comunitario de las
casas (esperemos que no).
Todo por el hecho de que no es algo a lo que estemos acostumbrados, aunque tal vez sólo sea como dijimos en la primera clase "un salto al vacío". Saltar y esperar que todo salga bien, que nos guste y que nos sintamos cómodos en una nueva forma de vivir distinta a lo que hemos vivido hasta ahora.
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