En primer lugar, sobre la comunicación que existe entre el usuario y el arquitecto. El entendimiento entre usuario y arquitecto es fundamental para lograr un resultado satisfactorio, ya que si el cliente no queda contento el arquitecto no ha hecho bien su trabajo. No creo que los arquitectos deban sobreponerse ante el usuario a la hora de elegir como debe ser el proyecto por el simple hecho de sus conocimientos técnicos y profesionales. El usuario opta por un arquitecto si piensa que éste le va a dar la confianza suficiente como para poder conseguir un resultado adecuado a sus necesidades. La buena relación entre arquitecto y usuario se consigue partiendo de la confianza, hay que darle libertad de pensamiento al cliente para que nos pueda transmitir que desea, y el cliente debe estar dispuesto a sugerencias del arquitecto ya que es el que sabe sobre la profesión y el que realizará el proyecto, sin olvidar que es un profesional con sus pautas de trabajo asumidas.
En segundo lugar, he reflexionado sobre si es la sociedad o el arquitecto el que debe cambiar respecto al pensamiento sobre la arquitectura. Es evidente que una persona ajena a la profesión no ve la importancia de la arquitectura en la vida diaria, pero sí que la tiene porque vivimos en ciudades, entornos llenos de arquitectura que nos identifica con nuestra cultura, sociedad, estatus, etc. La sociedad tiene que cambiar su postura respecto a lo arquitectónico, los ciudadanos tienen una mentalidad muy cerrada sobre el tema ya que lo ven muy limitado. Creo que es igual que la política, es algo que nos afecta a todos y en mayor o menor medida debemos interesarnos porque si no dejamos que los demás elijan por nosotros, pues la arquitectura es igual, es algo que vivimos y disfrutamos todos y por lo tanto, debemos de interesarnos por ello. En contraposición, pienso que los arquitectos deben también cambiar su postura porque la sociedad no está al servicio de ellos, sino ellos al servicio de la sociedad.
Por último, creo que otro tema importante a tratar tras la conferencia es el valor de los arquitectos como artistas. En España no está valorado el arquitecto artista y creo que es una pena porque ya que tenemos la ventaja frente a otros países de formar a arquitectos técnicamente hablando, podríamos desarrollar más la parte artística porque es lo que hace a las cosas diferentes desde un primer momento. La pluralidad en el arte y en la forma se consigue desarrollando la imaginación. Como nos dijeron en la conferencia, tener una mentalidad cultivada por lo artístico más que por lo técnico, desarrolla la capacidad para crear sin limitaciones. Ellos nos contaron las diferencias entre los arquitectos de Holanda y los de España, ellos son artistas y nosotros técnicos y “artistas”. Pienso que en España la visión artística de los arquitectos está un poco reprimida porque la sociedad no abre la mente y se atreve a innovar, cosa que los holandeses si hacen. Me parece fantástico el trabajo de Beatriz y Francisco porque van más allá de la técnica, prueban con formas y decorados nuevos sin represión de ningún tipo y sin olvidar lo que el cliente desea y fomentando la relación entre usuario y arquitecto.
La mentalidad correcta para ser un buen arquitecto y reconocido creo que es seguir la línea del arte mezclada con la técnica, pensando siempre en resolver los problemas y necesidades de los usuarios y dándoles confianza suficiente para poder hacer un trabajo satisfactorio para todos. En palabras de Beatriz y Francisco: “hay que utilizar la arquitectura para mejorar únicamente lo que las personas que la viven quieran y desean”.
ARQUITECTURA HOLANDESA
TRANSITO
ARQUITECTURA DE BEATRIZ Y FRANCISCO
LA CREACIÓN SURGE DE LA INTUICIÓN.
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