REFLEXIÓN III. ¿QUIÉN DEBE CAMBIAR, EL ARQUITECTO O LA SOCIEDAD? 3 MARZO 2011
La semana pasada, a raíz de la visita de Francisco Javier Casas y Beatriz Villanueva, como representación de Brijuni Arquitectos, surgió un debate que a mi parecer tiene un gran interés. ¿QUIÉN DEBE CAMBIAR, EL ARQUITECTO O LA SOCIEDAD? Nos pedían blanco o negro, no había posibilidad de un gris, lo que hacía aun más compleja la pregunta.
Mi respuesta fue la SOCIEDAD, y aun hoy, después de haber reflexionado sobre el tema más tranquilamente sigo opinando lo mismo. Creo que resulta más fácil pensar en la respuesta contraria, ya que el grupo formado por los arquitectos es menor que el que configura la sociedad, y por tanto parece más sencillo pensar en un cambio por su parte que en un cambio de la sociedad entera, lo cual se nos aparece como una utopía.
He preguntado a varias personas, algunas que pertenecen y otras que no al mundillo que se ha ido creando en torno a la Arquitectura, y alguien me dijo “¿No son los arquitectos fruto de la sociedad?”. Claro que sí. De hecho, los arquitectos han ido evolucionando a lo largo de la Historia, han ido cambiando según las necesidades de una sociedad y según el contexto en el que se encontraban. Por ello, si queremos transformar, ya no sólo a los arquitectos, sino también su arquitectura, es necesario empezar por la base, por su formación, y para ello es necesario cambiar la sociedad.
Por otro lado, la sociedad protestamos ante una arquitectura que se nos presenta como inalcanzable o incomprensible. Puede ser que en su afán por destacar, crecer, y ser reconocido, el arquitecto buscase relacionarse con un mundo más elitista o ilustrado, y que en cierto modo, sea este aspecto el que haya que modificar, con el objetivo de alcanzar un acercamiento entre arquitectura y sociedad. Sin embargo, ¿no parece mucho más interesante educar y culturizar a la sociedad de manera que la Arquitectura sea entendible para todos? ¿Debemos bajar el listón porque la mayoría no llegamos o debemos luchar para mejorar nuestro salto y así alcanzarlo?
Al fin y al cabo, creo que la respuesta no parece tan negra o tan blanca como supuse en un principio, y que quizás en el equilibrio, en el gris, se encuentre la sabiduría. Estoy convencida de que el cambio en los arquitectos sería un imposible sin un cambio en la sociedad, de que la sociedad debe buscar crecer y culturizarse, pero también creo que los arquitectos podrían, no bajar el listón, pero si ayudar a que nuestro salto fuese un poco más sencillo.
¿BLANCO O NEGRO? GRIS.
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