9 mar 2011

Reflexión paralela III

El otro día vinieron los arquitectos Brijuni y resumo en que me gustó. Además me impulsaron en mi idea de que para abrirse los ojos es necesario conocer otros lugares, otras personas y por tanto otros modos de ver el mundo. Como arquitectos, creadores, lo veo como algo fundamental.
Como anécdota, el otro día dije a un compañero que no me gastaba parte de mi dinero en una cámara digital porque me lo guardo para viajar.
Si esta es mi actitud, pueden ver lo que me pudo fascinar las cosas que nos contaban ellos.
Enfatizaron sobre todo en la mentalidad holandesa sobre la arquitectura; muy abierta debida a la personalidad de la gente de por allí y también debido a que los arquitectos no son técnicos, así pues su "consciente científico" no puede ponerles barrera a su creatividad. Pero esto me da a pensar que si inventas algo ingenioso y rompedor aún teniendo esa barrera técnica, en teoría hay mas mérito que si eres solo un artista. Así pues tenemos esto es nuestra mano y debemos combinar nuestra ventaja con el conocer otras visiones de la vida para además saber innovar de cara a nuevas épocas.

En cuanto al debate de si debe cambiar la sociedad o el arquitecto, opino que ninguno de los dos.
El arquitecto solo llega a la sociedad, cuando la gente dice: "ay, que casa mas chula", o "ay mira que bonito ese monumento de... París" (por ejemplo).
El grandisimo problema es que la gran mayoría de los edificios, ni funcionan, ni son bonitos. Como diría un ya ex-profesor mío, son mierdas de edificios.
Un médico cuando receta medicinas que funcionan y te trata de forma que tu estado mejora, piensas que la medicina está en contacto con nosotros y que sabe ayudarnos. Cuando un médico la "caga", le llamas mata-sanos. Igual la arquitectura.

¿En qué concluimos? Pues en que un arquitecto tiene que HACER BIEN SU TRABAJO para que se le entienda (igual que un ingeniero, poniendo otro ejemplo, tiene que hacer que un mp3 para que la gente diga "oh que guay").
Si somos servidores de la gente, porque hacemos casas para ellos (con eso traen el pan a casita los arquitectos, no lo olvidemos), hagamoslas lo mejor que podamos para ellos, y dejemonos de pensar siempre en cosas abstractas, que en el mundo moderno cada vez hay menos sitio para eso. A base de lo bien hecho, dejaran de no entendernos y empezaran a apreciarnos.
¿Quién cambia? Nadie, solo haces bien lo que te toca.

Un saludo!

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